domingo, 8 de julio de 2012

Conciertos de Viena (2): “La Creación”, de Haydyn

Wienn – Vienne, 8 de julio de 2012

Continúa el paseo de “toma de posesión” de la ciudad. Hoy, comienza la andadura frente a la bolsa y, andando andando, acabamos llegando a la Judgen Platz. Según supe después, ahí está una de las mejores cervecerías de Viena. No había mucha clientela, por no decir ninguna. Habrá que volver.
Llama la atención un monumento en recuerdo de los más de 100.000 judíos de Viena que sufrieron las consecuencias del nazismo. Nunca acabo de acostumbrarme a estos encuentros sin que duela por dentro y sin percibir la presencia del mal en la historia aunque, afortunadamente, no tiene la última palabra, pues la Belleza resurge una y otra vez, negándose a ser aniquilada.
Cada vez veo con más claridad por qué es así. Pero ahora lo dejamos estar. En todo caso, es la intuición certera de Dostoyewky: “la belleza salvará al mundo”.
En esa misma plaza está el Museo Judío. Enfrente, un sorprendente bajorrelieve que representa el Bautismo de Jesús en el Jordán, al lado de la cervecería, encima de una puerta. La parte trasera del Viejo Ayuntamiento da a esta plaza. Al terminar el edificio comienza la Jordanstrasse. Volveré. a visitar el museo y a tomar una cerveza. Confío en encontrar algún antiguo alumno de la Universidad que esté por estos contornos. Me han dicho que es posible.

Volvemos sobre nuestros pasos, para acercarnos a Maria Gnade Kirche, una iglesia gótica preciosa, donde estaban diciendo Misa y cuyo interior merece una segunda visita. Tiene una tabla anónima de la Anunciación de la Virgen que es una joya. Y por fuera no desmerece en lo más mínimo: podéis ver los mosaicos que hay en el dintel de la puerta de entrada.
De nuevo hacia delante, esta vez camino de la plaza de las torturas, que fue también antiguo campamento romano y el lugar donde murió el emperador Marco Aurelio, en la romana Vinebone. No quedan restos ni del campamento ni de las torturas (esto corresponde al imperio austrohúngaro). Tan solo el Römmer Museum, construido sobre los restos (que se pueden visitar) de dos vilas romanas que había en el lugar. Ahora, la plaza está dominada por un monumento a los desposorios de la Virgen María y San José.
Continúa el camino hasta llegar a la plaza donde está la Iglesia de los Jesuitas. También estaban celebrando la Misa, pero un vistazo rápido desde el fondo permite apreciar un barroco luminoso que pide una segunda visita.
De ahí, a la Iglesia de los Franciscanos, igualmente en plena ceremonia. Y un nuevo propósito de volver. A la de los Caballeros templarios, no pudimos siquiera entrar, tanta era la gente dentro. Así que nos fuimos a ver la de St. Rupert, por eso de que era la más antigua de Viena. No está en uso, pero ahí queda el monumentos en su sencillez, casi metido en una esquina del centro de Viena y rodeada de unos cuantos pubs y sus terrazas, en un callejón en forma de “U” de apenas dos metros de ancho en el mejor de los casos. Simpático.

¡Se me olvidaba! En la plaza de la Iglesia de los jesuitas, está la Akademie der Wissenschaften, el último lugar al que acudió Haydyn, ya mayor. Ese día parece ser que se interpretó una de sus obras “Favoriras”: “La Creación”. Dejo en vuestras manos la decisión de escucharlo.

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