sábado, 21 de julio de 2012

Conciertos de Viena (12): La música de los países del Este

Wienn – Vienne, 21 de julio de 2012

Edificio de ZARA, frente a la Catedral de Viena


Música y "música". Un encuentro inesperado y, para mí, inolvidable. Un periodista que vive en Viena desde los años 50 y que ha cubierto la información de todos los países del llamado "Telón de Acero" hasta 1989, en que cayó el muro, y años después. Tenía casa-oficina en Varsovia y en Moscú. Cosas del trabajo. De su amor al trabajo.

Nos dimos un paseo por Viena, mientras iba hablado y respondiendo a las preguntas que surgían. Tiene una energía envidiable para la edad que dice tener. Y conoce muchas historias. También de como era vigilado en sus tareas en los países del este de Europa. Y tantos personajes como conoció, que hoy forman parte de la historia. La música de la vida profesional. Toda una sinfonía de amor al trabajo, audacia e ingenio. Y un ingrediente habitual: "saber estar" en cada momento y tratar bien a todo el mundo. Una lección que no tiene precio. La vida profesional que enriquece a los demás y nos hace crecer a nosotros. De paso que nos lleva por caminos inexplorados y abre nuevas sendas a recorrer.


Hotel donde se alojó San Josemaría Escrivá
Pero además tenía interés en hacerme cargo de la Viena que el fundador de la Universidad de Navarra se encontró en su primer viaje, terminada la II Guerra Mundial, con los rusos todavía en la ciudad. Una cosa es leer un relato, o escucharlo, y otra la visión directa de los lugares y el conocimiento del contexto histórico y cultural proporcionado por alguien que lo domina. Y patear los lugares sabiendo qué había entonces en cada sitio. Interesante. Como todas las cosas que nos resultan entrañables y ¡por fin! logramos ver en directo.
Quizá por eso me dan envidia las personas que han ido a Tierra Santa. Y comprendo la total objetividad de mis deseos de ir, independientemente de que logre hacerlo o no, como le ha sucedido a muchísima gente. Es verdad que ya estoy más cerca de los 60 que de los 40, pero queda recorrido.
Por cierto: hay más monumentos a la Santísima Trinidad en estas tierras. Al menos vi uno en Budapest el otro día. Curiosamente no escuchaba las "Danzas Húngaras", sino el Concierto nº 3 para piano y orquesta de Rachmaninoff.  Si queréis escucharlo, aquí está (es largo, pero a pequeñas dosis...):



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